Cuando imagino la perfección, Coco Chanel aparece en mi mente burlándose, rompiendo lo que he hecho mal; me repite que sólo puedo usar blanco y negro, mientras acomoda su collar de perlas. En este corto de Karl Lagerfeld, medio viejo (2009), pero siempre digno de verse una y otra y otra vez, nos relata, no sé porque en inglés, un sueño surrealista que todos podemos tener con unas copas encima además de una chaqueta Chanel bien puesta que nos haga volar hasta Shanghai. Y como dice aquella sabía canción, si la tuya esta en "la tintorería"... una gotita de Chanel N°4, que es más barato....
Busquen las otras partes que, yo como Coco me enseñó, con copa en mano, viajo a otra tienda a donde me pueda burlar del terrible gusto, casi vulgar, que tiene la gente.
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