Entre pastelillos y copas derrochando champagne, nos encontramos ante el filme más arriesgado de Coppola. Marie Antoinette (2006) es probablemente una oda a la exageración y a lujos extravagantes de los nobles del siglo XVIII. Realmente se disfrutan los interminables pares de zapatos que Kirsten Dunst se prueba al ritmo de "I Want Candy" de los icónicos Bow Wow Wow, calzado diseñado por Manolo Blahnik. Después llegan los postres y los bailes de máscara, pero también la sutileza y el encanto; Sofia introduce también escenas de calma y paisajes antojables con música New Wave y beats discretos; aquí se logra el balance y el sello de la directora, aunque es precisamente esta fusión de lo clásico con lo contemporáneo que convierte a la película en centro de críticas divididas. Sin un guión espectacular, más bien básico, se cierra una especie de trilogía, se establece una línea que señala distintas formas de abandono que la mujer experimenta especialmente en su juventud.
Ahora la MAMBA espera el estreno de Somewhere (2010) el cuarto capricho, uno que le ha funcionado bastante bien de acuerdo a su recepción en el Festival de Cannes de este año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario