Probablemente Lost In Translation es una de las mejores películas de la década que murió hace unos meses. Filmada enteramente en Tokio, protagonizada por el histrión Bill Murray y una semi-desconocida-curvilínea Scarlett Johansson, esta pieza de ensueño trata de ser perpendicular a un paseo por las fibras más íntimas del ser humano; desde la inmensa soledad y el abandono, hasta el encuentro de las almas gemelas trayendo consigo genuina paz. La espontánea dirección de Sofia Coppola es acompañada por un soundtrack alucinante-nostálgico y le aderezan las extravagantes luces de la urbe nipona, creando una travesía que no necesita de grandes diálogos o de una historia rebuscada o pretenciosa. En 2003 resultó ganadora del premio Oscar por mejor guión original y fue nominada a mejor película, además de ganar dos Globos de Oro. En definitiva es la óbra más lograda de Sofia y también se recuerda como el largometraje que catapultó a Johansson. La MAMBA considera a esta joya rara, perfecta para una gargantilla chic.
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